Aceite de almendra: Elaborado con almendras dulces de primera calidad, prensadas en frío, se obtiene un aceite de color amarillo claro con sabor muy suave y sutil. Este aceite contiene altos niveles de ácidos grasos insaturados, que suponen un 93% del total de grasas. El más importante es el ácido oleico (ácido graso monoinsaturado de la serie omega 9 típico de los aceites vegetales, ejerce una acción beneficiosa en los vasos sanguíneos reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares). Su consumo frecuente ayuda a disminuir los niveles de colesterol total y colesterol “malo” o LDL mientras que aumentan el colesterol “bueno” o HDL. Al ser de origen vegetal el aceite de almendra no contiene colesterol y por su alto aporte en vitamina E, (antioxidante), ayuda a la prevención de enfermedades coronarias y cáncer en general.
Modo de empleo: Apreciado en gastronomía, principalmente es usado por personas creativas al momento de elaborar platos y recetas especiales, permite disfrutar del sabor natural de las comidas.
Formato: 250 ml.
Aceite de Chia: La Chía es la semilla de la planta Salvia Hispánica originaria de México, Guatemala y Nicaragua. Es reconocida por contener altos niveles de Omega 3 y antioxidantes naturales. Entre los beneficios más importantes del Aceite de Chía, se encuentran: regular la presión sanguínea, favorecer el tratamiento de la artritis, ayudar a prevenir la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y cardiacas; bajar los niveles de colesterol; contribuir al sistema inmunológico. Por su gran cantidad de ácidos grasos Omega 3 (62%), este óleo destaca por su acción antiinflamatoria y junto con sus propiedades antioxidantes protegen al organismo de virus, tumores y radicales libres.
En sus usos, es ideal para agregar a los guisos y aliñar ensaladas, ya que no altera los sabores. También queda perfecto al untar las tostadas.
Formato: 250 ml.
